El compostaje domiciliario es aquel que se puede realizar sin la necesidad de contar con condiciones controladas para la degradación de los residuos. Este proceso puede realizarse a través de compostaje (solo residuos orgánicos) o vermicompos- taje (compostaje con lombrices). Dependiendo de la cantidad de material a compostar y de las condiciones climáticas, el compostaje domiciliario se puede realizar en espacios abiertos (aire libre) o en composteras o contenedores, esto depende del espacio con que se cuente, de la cantidad de material a compostar y de las condiciones climáticas.

El compostaje industrial es un proceso con requisitos respecto a la temperatura y el plazo para que los desechos biodegradables se metabolicen en productos estables y desinfectados (biomasa) para su uso en la agricultura (humus / fertilizantes). Este proceso puede ocurrir en plantas de compostaje industriales o municipales. Estas plantas se caracterizan por proporcionar condiciones controladas de temperatura, humedad, aireación, entre otros. asegurando un proceso de compostaje rápido y seguro.

La certificación AS4736 requiere que en condiciones de compostaje industrial, las bolsas compostables se desintegren al transcu- rrir 12 semanas, y se biodegraden completamente luego de seis meses. Eso significa que un 90 por ciento o más del material se convierta en CO2. Los materiales restantes se convierten en agua y biomasa, elementos útiles para el compost.

La biodegradación es la desintegración de materiales por bacterias, hongos u otros medios biológicos. Si un material es biodegra- dable puede descomponerse por biodegradación. Estos materiales pueden estar hechos de bioplásticos o de productos petroquí- micos tradicionales diseñados para descomponerse más rápidamente que los plásticos normales. Se debe tener precaución con estos plásticos, ya que pueden descomponerse en partículas microplásticas y los aditivos necesarios para acelerar el proceso de degradación pueden ser tóxicos para el medio ambiente.

Es importante tener en cuenta que, a diferencia de los productos compostables, no existe ningún requisito para que los productos etiquetados como "biodegradables" cumplan con los requisitos de ecotoxicidad o plazos de degradación. Es por eso que es impor- tante que este tipo de productos cuenten con las certificaciones apropiadas que garanticen el cuidado del medio ambiente.

El vermicompostaje o lombricultura es una biotécnica que consiste en utilizar la lombriz roja californiana (Eisenia foetida) para la degradación de los residuos orgánicos y la producción de humus. Esta lombriz se alimenta de residuos orgánicos, y por medio del proceso de digestión, los transforma en un fertilizante orgánico, conocido como humus, el cual es rico en nutrientes como nitróge- no, potasio y fósforo. El humus otorga múltiples beneficios al suelo, mejorando su estructura, aumentando su aireación y la activi- dad microbiológica.

El PBAT (Polybutyrate Adipate Terephthalate por sus siglas en inglés) es un aditivo biodegradable y apto para compostaje que no deja residuos tóxicos; actualmente se deriva en parte de productos petroquímicos, lo que significa que es de una fuente no reno- vable. Este aditivo es lo que permite que nuestras bolsas compostables cuenten con los estándares de certificación para compos- taje, ya que acelera el proceso de biodegradación de los materiales.

El ácido poli-láctico es un polímero biodegradable derivado del ácido láctico. Es un material altamente versátil, que se hace a partir de recursos renovables al 100%, como el maíz, la remolacha, el trigo y otros productos ricos en almidón. Para que un producto hecho a base de PLA pueda ser compostado, debe contar con las certificaciones correspondientes.